Durante los últimos meses, la pandemia del COVID-19 ha supuesto nuevos desafíos para el ejercicio de la política en nuestro país. Los infectados suman más de 203 mil personas y los decesos se sitúan por encima del escenario catastrófico de los 60,000 muertos. La economía se desploma con cuatro meses consecutivos a la baja y los mercados financieros sufren impactos dramáticos que afectan a las empresas y a los ciudadanos.
Un lugar común en los comentarios que surgen sobre la pandemia, es que “los líderes políticos están rebasados”. La percepción de que los hombres y mujeres que ejercen hoy la política no están a la altura, es generalizada en el mundo y el país no escapa de este escenario.
En medio de todo esto, se revelan estrepitosos actos de corrupción destapados por videoescándalos, denuncias de compras públicas irregulares y opacidad en las adjudicaciones -principalmente en el sector salud-
El mundo de la política está sumido en un descrédito profundo en donde los liderazgos son cuestionados en dos sentidos, en tanto su capacidad de gestión y su entereza ética. Los personajes políticos enfrentan hoy serios señalamientos por su capacidad para controlar los acontecimientos actuales y para hacer frente a la incertidumbre. Mientras que también son cuestionados en tanto su prestigio.
Por ello, hoy resulta imperativo la emergencia de nuevos liderazgos. El país necesita de una nueva generación de líderes políticos con nuevas habilidades para sortear escenarios convulsos y para recuperar la confianza de los ciudadanos en la vida pública. De cara al año 2021 se requieren de hombres y mujeres dotados de capacidades técnicas, capaces de diseñar políticas públicas que brinden soluciones a problemas complejos, orientados a la toma de decisiones y hábiles para comunicar de manera asertiva el ejercicio de la política.
En congruencia con la tradición de liderazgo humanista que caracteriza a la Universidad Anáhuac, surge la Maestría en Liderazgo Político que busca formar a la nueva generación de líderes políticos, comprometidos en definir, articular, dirigir y comunicar la justicia social, el estado de derecho y el bien común, brindándoles herramientas, conocimientos y habilidades en el marco de una formación ética e integral.
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Autor: Sughei Villa Sánchez
Coordinadora Académica de Posgrado, Facultad de Derecho
sughei.villas@anahuac.mx
