Antes de la aparición del SARS-CoV-2, mejor conocido como Coronavirus, México ya enfrentaba una epidemia que afectaba a más de dos tercios de la población. Desde hace una década aproximadamente, nuestro país enfrenta altos números de obesidad, hipertensión y diabetes.
Según los especialistas, al menos 96 millones de personas en México sufren obesidad y sobrepeso; las estimaciones de personas que sufren diabetes fluctúan entre 8.6 y 10 millones de casos (algunos ni siquiera han sido diagnosticados aún); mientras que se calcula que 15.2 millones de personas padecen hipertensión.
De hecho, México no es el único país afectado por este tipo de enfermedades, países como China, India, Estados Unidos, Brasil, Alemania, Indonesia, Pakistán, Egipto y Bangladesh se encuentran entre las 10 naciones más afectadas por la diabetes durante 2019. Entre ellos, México ocupaba el lugar seis, según datos de la Federación Internacional de Diabetes.
La llegada del Coronavirus a México colocó en un peligro aún mayor a todas las personas que ya sufrían este tipo de padecimientos, pues su sistema inmune es más débil que el de alguien que se alimenta sanamente y practica alguna actividad física.
Es decir, la alimentación es un punto clave que determina la vulnerabilidad de los individuos, no solo frente al Covid-19, sino frente a diversas enfermedades. Si bien, la necesidad de vivir recluidos en casa, mientras se trabaja y se atiende a la familia puede convertir el cocinar en todo un reto, se debe ser consciente de que recurrir a alimentos procesados tiene un impacto negativo sobre nuestra salud.
La UNICEF aconseja adquirir, siempre que se tenga la posibilidad, alimentos frescos. Pues además de que aportan más nutrientes, también tienen una duración prolongada. En caso de que esto no sea posible, propone recurrir a alimentos deshidratados como cereales y legumbres; también se puede optar por alimentos en conserva como la sardina o el salmón.
Es por ello que la Nutrición Clínica y el apoyo nutricional es primordial ante la dimensión social de los problemas de salud que aquejan a México y el mundo. Si bien ésta se especializa en promover, a través de la alimentación, la recuperación de pacientes que enfrentan determinados padecimientos, es de suma importancia prevenir enfermedades adoptando buenos hábitos alimenticios y realizar actividades físicas. Ello no solo prevendría afecciones, sino también mejoraría nuestra calidad de vida.
La Nutrición Clínica representa un espacio de análisis, crítica e investigación aplicada sobre las nuevas tendencias del apoyo metabólico y nutricional, que toma en cuenta desde la bioquímica, la nutrigenómica, la epigenética, la inmunonutrición y la nutrición funcional.
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