Aunque la pobreza es un problema multifactorial, ésta incide en el potencial de desarrollo de las personas, inhibe las capacidades de autodeterminación y divide a las familias dificultando la existencia de comunidades (Dieterlen, 2013, p. 16). En este contexto, cada vez más se encierra la complicidad de aquellos que no la padecen, así como la paradoja de que la mayoría de las personas viven cansadas por el exceso de trabajo. La sociedad del cansancio es la sociedad del rendimiento, atletas del trabajo, del autoempleo, de la autoexplotación (Byung-Chul, 2012). Sin embargo, los ingresos que se obtienen -los salarios- son muy bajos, lo que genera la exclusión social (Byung-Chul, 2017).
Las representaciones de jóvenes mexicanos de clase media, media-alta y alta en cuanto a la pobreza, la sociedad del cansancio (autoexplotación) y la exclusión social son consideradas un tipo de conocimiento práctico que participa en la construcción de la realidad. Por lo que, el reconocimiento de la alteridad, del Otro, de su dignidad, conlleva responsabilidad, compromiso y hacerse cargo del Otro (Ortega & Mínguez, 2003). Este conjunto de ideas alude a la participación, a la posibilidad de toda comunicación (Navarro, 2008) y al desarrollo de cambios sociales.
Algunos autores como Pont (2010) señalan cómo las percepciones y representaciones integran el mundo de lo simbólico, y cómo pese a conformar aspectos no tangibles en las prácticas cotidianas es posible identificarlos a través de categorías de análisis. Por otro lado, Echeverría (2014, p. 91) explica que “la pobreza se concibe principalmente en un sentido negativo de vulnerabilidad, carencia y estigma que produce inacción e incapacidad… todo ello en el plano material, elidiendo las dimensiones psicosociales y subjetivas de la problemática”.
La fotografía del Otro y la hermenéutica
La hermenéutica es la interpretación del signo y del lenguaje Beuchot (2009). Se trata de razones contextuadas, de interpretaciones profundas y de un texto que no necesariamente se reduce a lo escrito (Beuchot, 2015). En términos herméuticos la fotografía está preñada de analogicidad, esto es, “un modo de significar y de predicar (atribuir predicados a un sujeto) a medio camino entre la univocidad y la equivocidad” (Beuchot, 2015, p. 132). El ícono fotográfico es un enclave no equivocista de interpretaciones; es algo intermedio. No es completamente cultural porque no es mero producto del acuerdo, sino que requiere cierta semejanza con lo que representa. Tampoco es completamente natural, pues requiere la intervención del hombre, que lo capta ya interpretándolo. (Beuchot, 2007, p. 18)
La fotografía cumple “de otro modo que ser” el ícono convencional. La fotografía del Otro es lenguaje, nos habla, nos dice, más allá de las diferencias culturales y contextuales. Lo infinitamente Otro no se enlaza en un concepto. La proximidad que provoca la fotografía es responsabilidad (Lévinas, 1995). Así, la fotografía se revela como diagrama operante de justicia (Beuchot, 2007, p. 18), dado que permite analizar cómo se representa el factor humano, es decir, la manera que las personas aparecen reflejadas y las posibles diferencias existentes entre unas y otras en función de sus roles (López del Ramo, J.; Humanes, M., 2016, p. 89). La fotografía también debe ser considerada como “el punto de vista del autor, que muestra su concepción estética y creativa” (Visa Barbosa, 2012, p. 930).
En las fotografías sobre la pobreza, según apunta Levinas, el rostro es una presencia viva, es expresión (1995, p. 89), actualmente cede su lugar a la interacción con espectros digitales. En efecto, el otro, el prójimo, no habita en la fotografía, sin embargo, al parecer su persona se revela igual que yo en la interacción fotográfica.
El ecosistema fotográfico pone en situación de crisis las capacidades de resistencia de los individuos, la tristeza del pensamiento. El rostro del otro (Lévinas, 1995) revela una resistencia a la objetivación, una alteridad que responsabiliza al Yo. Sin embargo, el encuadre y la percepción efectuada por jóvenes a través de la fotografía permite analizar la interpretación de lo real (de la fotografía) de manera analógica. La tesis central del estudio que consiste en evaluar si hay una estigmatización sobre las personas que viven en condiciones de pobreza sigue vigente, ya que éste es concebido como el que menos tiene, sobre todo en términos económicos. También prevalece la idea de equiparar la pobreza con lo descuidado, con falta de orden e incluso a lo sucio.
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Autores:
Del Prado Flores, Rogelio
rogelio.delprado2@anahuac.mx
Docente de la Maestría en Comunicación integral y transformación social y del
Doctorado en Investigación de la comunicación
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores – Nivel 1
Moreno Basurto, Luz Zareth
luzzareth@gmail.com
Chávez Castañeda, Mariana
mchavez.castaneda@gmail.com