En cada lugar hay una historia. Recorrer el mundo es descubrirla, y al emprender el viaje, a veces, terminamos encontrando una parte de nuestra historia que aún no conocíamos; el mundo puede ser espejo y puente, laberinto u oasis, un abanico de posibilidades, una pausa o un nuevo inicio. Lo que importa es explorarlo.
Pero todo cambia, ahora, no basta con ver el atardecer en la costa de algún lugar paradisiaco, o tener una cena romántica a la luz de las velas en la cima de una montaña, el tiempo cobró mayor valor, ahora cada segundo importa: transformamos el viaje por la experiencia; la postal por un sonido, por una palabra; los lujos por colores, por lugares que no han sido explorados, que nos llevarán a encuentros fortuitos con otros seres, que, hasta antes de nuestra travesía, eran completos desconocidos.
¿Por qué viajar? ¿A quién encontrar? ¿Qué buscar? Son las nuevas interrogantes que acompañarán cada velero, crucero y avión a partir del 2021. Se habla de deseos, de expandir la mente, de buscar respuestas, disfrutar, construir, tomar un respiro, empezar de nuevo u olvidar los años.
Pero al final, cuando las fronteras se abran, el único idioma universal será el cambio: viajo para ser otro, en el mismo cuerpo, con el mismo rostro, pero con nuevos cielos que inundan las pupilas, con otras reacciones, con nuevas palabras e ideas, con arena en el cuerpo, y olas al interior de él, que se alojaron ahí después de haber recorrido ríos, acantilados, desiertos y ciudades que se extienden hasta donde se oculta el sol.
Y es así como un viaje se convierte en un diálogo con uno mismo, expande los horizontes, cambia el panorama y da claridad, evita que te frenes y te conformes, y te recuerda cómo asombrarte, para que te des cuenta que lo maravilloso a veces radica en lo más simple.
El mundo ya cambió, no te quedes en el ayer y afronta los nuevos retos de la industria turística; porque no se trata de ser como antes, ni de llegar a los mismos lugares, o tener los mismos itinerarios de los viajes del pasado.
Brinda experiencias únicas, en las que el turista tome el timón y se adentre en una travesía auténtica y espontánea, que lo sorprenda, que le recuerde quién es o quién quiere llegar a ser, que le ofrezca nuevas preguntas y otras respuestas, y al final, cuando el viaje termine y sea hora de hacer las maletas, se observe en el espejo, y sonría, al ver todo lo que cambió durante este último viaje.
Pasa a la acción y permite que los viajeros vivan nuevas experiencias, nuestra Maestría en Gestión de Destinos Turísticos te permitirá diseñar estrategias para que cada viaje sea único, sorprendente y lleno de buenos momentos.
Además, aprenderás a crear estrategias de marketing que impacten, y pongan en el centro de tus historias a tu audiencia; siempre impulsando el cuidado de nuestro planeta, poniendo atención a cada detalle y colaborando con tu equipo de trabajo para que todos los viajes superen las expectativas de cada viajero.
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