Durante 2019, científicos se impactaron con el descubrimiento que realizaron en la isla Madeira, ubicada en Portugal. Los investigadores notaron unas costras extrañas adheridas en las rocas de la playa, las cuales después de analizar revelaron que era polvo de plástico incrustado en ellas.
El problema que representa un hallazgo de este tipo manifiesta la necesidad de actuar en consecuencia, pues esto demuestra el impacto que tiene la forma en la que vivimos y la noción del consumismo que tenemos.
Por ejemplo, recientemente, científicos descubrieron una nueva especie de anfípodo marino que vive a siete kilómetros de profundidad, al que llamaron Eurythenes plasticus. El nombre que recibió este animal, muy parecido a un camarón, se debió al plástico que se encontró dentro de su organismo. Lo anterior demuestra que nuestras acciones tienen un impacto en cada especie y ser vivo del planeta.
Sin embargo, también existen soluciones. Actualmente diversas compañías están enfocando sus esfuerzos a trabajar de manera sostenible, utilizando tecnología que aminore el impacto de sus acciones. Muestra de ello es que desde 2015 diversas marcas de moda están confeccionando ropa a partir de PET reciclado.
De hecho, una reconocida marca deportiva, reveló que había diseñado los uniformes para los atletas olímpicos a partir de principios sustentables. Los innovadores uniformes se realizaron con poliéster obtenido de botellas de plástico recicladas, así como residuos de caucho e hilo de sus propias fábricas. Es decir, no solo se enfocaron en que la ropa permitiera a los deportistas explotar todo su potencial, sino también en ser eco-friendly y actuar en contra del cambio climático.
Luchar contra el calentamiento global y la contaminación tiene posibilidades casi ilimitadas. Las mentes más ambiciosas buscan que las ciudades se conviertan en sitios autosustentables. Por increíble que parezca, las ciudades emiten actualmente el 70% de los gases invernadero, a pesar de que solo cubren el 2% de la superficie de la Tierra.
En oposición a ello, ciudades como Singapur, Barcelona y Hamburgo utilizan inteligencia artificial para disminuir el consumo de energía en el alumbrado y el transporte público; próximamente la red 5G ayudaría a que estos mecanismos sean mucho más eficientes.
Asimismo en algunas poblaciones, como es el caso del condado de San Bernardino en el estado de California de Estados Unidos, están utilizando los desechos orgánicos para crear energía, una práctica que debería ser asimilada cada vez más, convirtiéndose en un must,
Como podemos ver, las antiguas prácticas industriales nos están cobrando factura, pero aún estamos a tiempo de ejecutar y crear mejores estrategias de desarrollo sostenible a través de la tecnología. Lo cual no sólo es un requerimiento por parte de organismos internacionales y ONGs, sino también de los propios consumidores.
Así que, si tú deseas ser parte de la revolución verde que cambiará la vida no sólo de México, sino de la humanidad y del planeta, te invitamos a cursar nuestra Maestría en Tecnologías para el Desarrollo Sustentable, pues nos llena de gusto crear profesionales que también sean líderes de acción positiva.