Actualmente vivimos en una época caracterizada por cambios vertiginosos, innovación continua y nuevos paradigmas que están revolucionando los esquemas tradicionales, no solo en la forma de vivir, sino también en la manera de hacer negocios.
En muchos países, los emprendedores tienen la ventaja de desarrollar sus ideas con bajas tasas de interés en los financiamientos, procesos legales ágiles, con una tributación justa y demás facilidades, que favorecen el desarrollo de su emprendimiento.
En nuestro país, el ecosistema emprendedor presenta grandes desafíos. De tal manera, que resulta clave que cualquier tipo de emprendimiento esté fundamentado en una planeación estratégica.
Los beneficios y oportunidades que genera la planeación estratégica en un nuevo negocio son muchos, entre ellos se encuentran los siguientes: permite establecer claramente la razón de ser de la empresa, hacia dónde quiere ir, cuáles son los valores que la sustentan, contribuye a establecer los objetivos estratégicos, los indicadores y metas que se quieren alcanzar, favorece la gestión y uso efectivo de recursos, impulsa el análisis de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del emprendimiento, favorece el establecimiento de alianzas estratégicas que contribuyan a generar un valor compartido entre otras instituciones públicas y privadas, e incluso entre otros emprendimientos.
Implementar la planeación en sus diferentes niveles (operativa, táctica y estratégica) favorecerá la búsqueda y establecimiento de impactos, mismos que pueden generar un retorno social para la sociedad.
Puede ser que a muchos no les guste planificar pero hacer uso de la planeación estratégica pueden ser un detonante para que un emprendimiento crezca y se consolide como una empresa líder en su sector. Por el contrario, la falta de ésta, puede orillar a un emprendimiento a estancarse o incluso, desaparecer.
Concluyo especificando que en México, uno de los motores más importantes en la economía son los emprendimientos, así que necesitamos más emprendedores estratégicos que lleven a sus emprendimientos a crecer exponencialmente. Si alguien ya se encuentra en el camino, es momento de hacer un alto y planear estratégicamente para lograr la plena realización de ese sueño emprendedor y por consiguiente, para impulsar en nuestro país un entorno empresarial sólido, innovador y competitivo que contribuya en la tranformación y mejora de la calidad de vida de la sociedad mexicana.
Lic. Ana Perla Guerrero Conde